Page 61 - Guia de Buenas Practicas AFEPADI 2019
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La presencia de plagas y animales indeseables (insectos, roedores, pájaros, animales domésticos, etc.)
en los establecimientos alimentarios constituye una posible fuente de contaminación y un medio de
transmisión de enfermedades que compromete la seguridad sanitaria de los productos alimenticios
producidos y comercializados.
Es necesario establecer sistemas de control preventivos para evitar la aparición de las plagas que,
tradicionalmente, se han basado en la aplicación de productos químicos (raticidas e insecticidas) pero
el uso sistemático de estos productos a menudo se ha visto asociado a problemas de tipo sanitario
debidos a su toxicidad para las personas que directa o indirectamente se encuentran expuestas a
ellos, así como a otros de tipo medioambiental. Estos problemas y la nula eficacia de muchos
productos químicos utilizados como métodos preventivos de plagas han llevado a potenciar nuevos
sistemas de control basados en lo que se llama lucha integrada contra plagas.
La lucha integrada se fundamenta en la aplicación de métodos de prevención basados en el control
de los factores que favorecen la aparición y el desarrollo de las plagas y la utilización prioritaria de
métodos físicos, mecánicos y biológicos, evitando el uso de plaguicidas. Debe destacarse que la
eficacia de este Plan está condicionada por la correcta implantación de otros planes, como el
mantenimiento de equipos, la limpieza y desinfección, el control de residuos y la formación de
personal. Sólo en aquellas situaciones en las que sea estrictamente necesario, de acuerdo con el
diagnóstico previo del problema, deben utilizarse plaguicidas, escogiendo, en este caso, los más
específicos, selectivos y de menor peligrosidad.
PROGRAMA DE CONTROL DE PLAGAS
Para el correcto diseño y elaboración del programa se deberá tener en cuenta los factores que
favorecen el desarrollo de una plaga, como las condiciones estructurales (zonas de refugio,
posibilidad de acceso), ambientales (temperatura y humedad) y nutricionales (disponibilidad de agua
y alimentos). En el Programa de Control de plagas se establecerá una primera fase preventiva
encaminada a impedir la entrada y el asentamiento de las plagas en el establecimiento alimentario.
En esta primera fase intervienen los planes de mantenimiento, de limpieza y desinfección, de control
de residuos y de formación del personal. En una segunda fase, la fase de control entra en aplicación
el propio control de plagas mediante el establecimiento de los métodos biológicos, físicos, mecánicos
y químicos que sean necesarios.
Cada establecimiento determinará el cómo, cuándo y dónde se realiza el control del plan de
control de plagas. Para ello, se deberán describir de manera detallada, como mínimo, los
siguientes aspectos:
1. Descripción de las medidas higiénicas preventivas como mantener una limpieza y
orden correctos, control de las materias primas a recepción, eliminar los desperdicios
diariamente, mantener puertas y ventanas cerradas debidamente (por ejemplo,
mediante mosquiteras en las ventanas y cierres automáticos en las puertas).
2. Descripción de los métodos biológicos, físicos, mecánicos y químicos utilizados para
evitar la proliferación de plagas, con indicación del tipo de plaga que se está
controlando, el área de control y la localización en un plano de los dispositivos utilizados
Debe establecerse, según sea la plaga a controlar, la colocación estratégica de un
número adecuado de: cebos y trampas (mecánicos), ultrasonidos , aparatos eléctricos
con luz ultravioleta, etc. (físicos), trampas con feromonas (biológicos), etc. y la aplicación
de plaguicidas (químicos).
3. Descripción de las actividades de comprobación que aseguren que las acciones
Guía de Buenas Prácticas de Fabricación y Distribución de Complementos Alimenticios – 2019
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