Los expertos afirman que las deficiencias identificadas a raíz del estudio vienen dadas por los cambios en los hábitos de vida relacionados con la alimentación y el ejercicio físico sin tener en cuenta las etapas de desarrollo neurológico de los niños. En este sentido consideran que el calcio, el fósforo, el magnesio y la vitamina D son necesarios para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños y, por ende, para prevenir problemas óseos en un futuro.
El estudio EsNuPi permite conocer los patrones de alimentación en los niños de 1 a 9 años mediante la evaluación de la ingesta de los principales nutrientes y grupos de alimentos, así como de patrones de actividad física y sedentarismo. Se trata del primer estudio de estas características llevado a cabo en la población infantil española, el más actual y con la metodología más completa de los últimos años. Además de conocer los hábitos alimentarios, así como la ingesta de energía y nutrientes para revisar su adecuación a los estándares europeos e internacionales, el estudio también permite identificar grupos de riesgo nutricional y desarrollar programas de intervención a nivel de salud pública que permitan revertir la situación.
El calcio, el magnesio y la vitamina D, los nutrientes de mayor carencia en la población infantil
A pesar de que en España se han llevado a cabo muy pocos estudios sobre los hábitos alimentarios en la población pediátrica, EsNuPi ha permitido identificar las carencias de la población infantil en cuanto a consumo de fósforo, calcio, magnesio y vitamina D.
Para mantener una buena salud es fundamental, entre otros, llevar una dieta sana y equilibrada mediante la ingesta adecuada de micronutrientes y macronutrientes, sin embargo, en los últimos tiempos, las encuestas de consumo de micronutrientes entre las poblaciones pediátricas europeas, como es el caso del estudio EsNuPi, revelan que un porcentaje importante de niños empiezan a mostrar cierto déficit de determinadas vitaminas y otros elementos, especialmente vitamina D, vitamina E, hierro, yodo y ácido fólico.
En este sentido, los complementos alimenticios son productos formulados e idóneos para atender las necesidades nutricionales de los niños y adolescentes. Su uso se ha vuelto muy popular y su consumo se ha extendido en la mayoría de los países industrializados, tal y como indica el estudio COMPABI, cuyos resultados afirman que más del 75% de los pediatras en nuestro país recurre a los complementos alimenticios en su práctica médica diaria para controlar algunas afecciones de salud.