El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (CE) ha publicado los resultados de cuatro estudios científicos que exploran cómo comunican actualmente las empresas de alimentación la información alimentaria a los consumidores. Estos resultados permiten ver qué aspectos en la información alimentaria se realizan correctamente y qué otros deberían mejorarse. De este modo, el Centro Común de Investigación realiza y presenta una propuesta de revisión de las normas de la Unión Europea (UE) sobre la información alimentaria que reciben los consumidores para garantizar acceso a una información clara, concisa y transparente.
Tal y como evidencian estos informes, tanto el etiquetado como la comunicación digital son dos aspectos claves en la transparencia y claridad de información que recibe el consumidor. Siguiendo con el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, el etiquetado debe ser claro, simple y debe contener información veraz y coherente, sin inducir al consumidor a error, para empoderarlo y permitir que pueda tomar decisiones informadas. Este Reglamento debe convivir con la legislación específica para cada tipo de alimento y que también es de obligado cumplimiento.
¿Qué obligaciones de etiquetado deben seguir los complementos alimenticios?
En el caso de los complementos alimenticios, el etiquetado de productos debe cumplir, además de los requisitos generales del Reglamento (UE) 1169/2011 que aplica a todos los alimentos, con los requisitos específicos de la Directiva (CE) 2002/46, traspuesta a derecho nacional por el Real Decreto 1487/2009 que posteriormente fue modificado por el Real Decreto 130/2018.
¿Qué características se incluyen en el etiquetado voluntario?
En lo que respecta al etiquetado voluntario, el Reglamento (CE) 1924/2006 sobre declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos se aplica de manera complementaria siempre y cuando no vulnere ninguno de los puntos de la Directiva (CE) 2002/46 sobre complementos alimenticios.
En línea con las anteriores normativas, las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables deben ser de fácil y claro entendimiento por parte del consumidor, no pueden contener afirmaciones falsas, ambiguas o engañosas y siempre deben realizarse sobre el ingrediente y no sobre el producto que contiene el ingrediente.
Asimismo, tal y como explicamos desde Afepadi en la última sesión formativa que realizamos juntamente con AESAN, aunque hay que ceñirse lo más posible al texto autorizado, existen principios generales de flexibilidad en la redacción de las declaraciones de propiedades saludables autorizadas, siempre y cuando esta flexibilidad ayude al consumidor a la comprensión de la información y siga cumpliendo con los principios generales del propio Reglamento. Por otro lado, tampoco pueden usarse declaraciones que no consten en los registros o en las webs de las entidades regulatorias oficiales como la Comisión Europea o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Además de las indicaciones obligatorias que aparecen en las etiquetas se pueden facilitar otros datos que hagan referencia a determinadas características o condiciones de producción, que, aunque se trate de menciones voluntarias, deben realizarse siguiendo su normativa específica. Es el caso, por ejemplo, de la agricultura ecológica o de los alimentos con ausencia/presencia reducida de gluten o lactosa.
Ante la cada vez mayor complejidad de regulación y legislación del sector, Afepadi organiza periódicamente cursos de formación para ayudar a las empresas asociadas a conocer toda la normativa y saber consultarla ya que, como operador responsable, dichas empresas deben poner en el mercado complementos alimenticios que sean seguros y que cumplan con la legislación vigente aplicable.
