Lejos del estancamiento europeo, China ha aprobado 6 nuevas cepas probióticas. La Comisión de Planificación Familiar y Salud Nacional China (NFPC) ha anunciado la aprobación de los siguientes probióticos para su uso general en alimentos: Staphylococcus vitulinus, Staphylococcus xylosus Staphylococcus carnosus, Bacillus coagulans. Además de estos probióticos, Lactobacillus fermentum y Bifidobacterium breve también se han añadido a la lista de probiótico permitidos para alimentos dirigidos a niños.
Actualmente, el uso del término “probiótico” en el etiquetado y publicidad de cualquier producto alimenticio no está permitido dentro del marco de la Unión Europea. Esto se debe a que la expresión “contiene probiótico” fue interpretada por la Comisión Europea como una declaración de propiedad saludable en 2007, cuando entró en vigor el Reglamento (CE) nº1924/2006 relativo a las declaraciones de propiedades saludables y nutricionales en los alimentos. La Comisión Europea considera que el término “probiótico” implica que el producto proporciona un beneficio para la salud, lo que podría inducir a error a los consumidores, a menos que pueda justificarse.
No poder utilizar el término “probiótico”, bajo ciertas condiciones de uso, conllevaría una disminución del desarrollo e investigación de la industria europea en perjuicio del consumidor y del propio mercado europeo. Las autoridades nacionales y europeas han de respaldar el uso del término "probiótico" en beneficio de los consumidores, favoreciendo así a que tomen decisiones dietéticas bien fundadas a través de más y mejor información alimentaria.
Por otro lado, el Tribunal de Justicia de la UE se ha posicionado sobre si los requisitos establecidos en el Reglamento de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables que se aplican a las comunicaciones comerciales dirigidas a los consumidores finales también se aplican cuando tales comunicaciones se dirigen a los profesionales de la salud. Este Tribunal ha reconocido que tales comunicaciones comerciales no excluyen aquellas dirigidas exclusivamente a los profesionales de la salud. Este veredicto es probable que tenga un impacto considerable en la forma en que las empresas serán capaces de comunicar los beneficios saludables a los profesionales sanitarios, en particular cuando tales afirmaciones se refieran a un producto que está destinado a ser entregado al consumidor final.