En 2012, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) dictaminó que la lactoferrina bovina era segura1 para su uso en alimentación general y complementos alimenticios (a partir de una solicitud emitida en relación al reglamento sobre nuevos alimentos y nuevos ingredientes alimentarios).
El Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA) de la EFSA consideró que no hay conflictos en cuanto a la seguridad en una amplia gama de categorías: alimentación infantil y fórmulas de continuación, nutrición enteral, nutrición deportiva y para alimentos generales como bebidas no alcohólicas, repostería, productos lácteos, caramelos.
De acuerdo al registro EU de declaraciones de propiedades saludables, la EFSA ha rechazado hasta la fecha cuatro solicitudes relacionadas con la lactoferrina y la mejora de las defensas naturales, la mejora del estado de la piel, la reducción del riesgo de desarrollar dolor de garganta y el mantenimiento del bienestar intestinal. Las cuatro solicitudes se rechazaron en base a que la evidencia aportada no se ajustaba a los criterios de evaluación aplicados por la EFSA y, en un caso en particular, por atribuir a la lactoferrina la propiedad de prevenir, tratar o curar.
Como ocurre en el caso de los probióticos, la evaluación de los beneficios de la lactoferrina está sujeta a unos términos de referencia no adecuados establecidos previamente por la CE. Pero este hecho no implica que la lactoferrina no pueda jugar un papel fundamental en el mantenimiento de la salud como demuestra la amplia bibliografía sobre el tema.
1. http://www.efsa.europa.eu/sites/default/files/scientific_output/files/main_documents/2701.pdf
