Los productos tópicos de belleza siempre han contado con el beneplácito y aceptación de su público objetivo que, tradicionalmente, ha estado formado por mujeres de edad avanzada. Sin embargo, muchos consumidores de hoy en día entienden que la belleza depende mucho más de cómo se sienten que de la apariencia, es decir, cuanto más saludable se ve uno, mejor se ve por fuera. Esta premisa ha abierto el mercado de la belleza a un espectro mucho más amplio de consumidores y ha puesto de manifiesto nuevas necesidades que la industria nutricosmética está preparada para cumplir. El mercado de la belleza desde dentro, leit-motiv de los nutricosméticos, crece a un ritmo importante.

Un mercado con gran potencial

Actualmente, el mercado de productos para el cuidado de la piel está valorado en 121 mil millones de dólares en todo el mundo y se estima que llegará a los 179 mil millones de dólares en 2022, según informes publicados por Euromonitor y Allied Market Research, respectivamente. Aunque es cierto que el mercado de la nutricosmética ha tenido ciertos altibajos desde su aparición debido principalmente a que los consumidores siempre han recurrido a soluciones tópicas, el hecho de que las nuevas generaciones estén más receptivas e interesadas en probar cosas nuevas, augura una expansión de su industria en los próximos años. De hecho, un estudio de WiseGuyReports titulado “Global Beauty Supplements Market Outlook”, publicado a principios de 2018 y del que ya se hizo eco Afepadi, confirma el crecimiento de esta industria a nivel mundial que espera superar con creces la cifra de los 5.000 millones de euros para finales de 2024.

Responder a las exigencias del consumidor

Aunque las expectativas son optimistas, el mayor o menor crecimiento del mercado nutricosmético dependerá, en última instancia, de que la industria sepa adaptarse a las necesidades y demandas del consumidor y adopte las estrategias de marketing adecuadas para consolidar sus productos. Todo ello pasa por:

Tener muy claro que los consumidores quieren un producto que no sólo mejore su belleza, sino que también promueva su salud. Esta premisa debe estar reflejada en todos los nutricosméticos que se lancen al mercado. El envejecimiento saludable es relevante para todos los consumidores, independientemente de la edad.

No subestimar el potencial de las generaciones más jóvenes ni del sector masculino. Aunque, tradicionalmente, los cosméticos se han reservado para mujeres de mediana edad que empiezan a experimentar signos visibles de envejecimiento, los hombres y la población de 20 a 40 años muestran, desde hace tiempo, un gran interés por este tipo de productos con cifras de consumo que aumentan año tras año.

Brindar soluciones lo más “naturales” posibles. El nuevo consumidor busca fórmulas con ingredientes naturales que eviten al máximo componentes químicos y que se dirijan a la nutrición y el bienestar de todo el cuerpo. Además, exigen un etiquetado “limpio” y transparente y huyen, cada vez más, de productos que contengan ingredientes de origen animal.

Dar el máximo de beneficios posibles en un mismo producto. El consumidor, consciente y preocupado por su salud, quiere obtener el máximo provecho cuando invierte en un nutricosmético. Necesita obtener beneficios funcionales adicionales. Por ejemplo, no sólo vitamina C sino vitamina C con probiótico o fibra. Además, necesita entender cómo trabajan juntos los diferentes ingredientes dentro de una formulación.

Vender comodidad. Es fundamental que, a la hora de promocionar un producto, los departamentos de marketing pongan especial énfasis en la comodidad de ingerir un nutricosmético frente a la aplicación tópica de una crema, si se tiene en cuenta que el consumidor de hoy en día dispone cada vez de menos tiempo y requiere de soluciones prácticas, rápidas y efectivas.

Apostar por ingredientes sobre los que haya abundante bibliografía científica. Los consumidores, especialmente las generaciones más jóvenes, leen y se informan sobre los productos que adquieren a medida que aumenta el acceso y la disponibilidad de la información. En ese sentido, es importante que los nutricosméticos utilicen componentes sobre los que haya suficiente información científica contrastada porque conseguirán tener mayor salida.

Vender constancia y prevención. Un desafío de la nutricosméica es lograr que los consumidores entiendan que no es una solución rápida. Los cosméticos tópicos venden la esperanza de obtener resultados más inmediatos en comparación con el uso de cosméticos orales cuyos resultados empiezan a notarse y sentirse pasado un tiempo de consumo. Es necesario insistir, por tanto, en que la nutricosmética, además de actuar como preventivo del envejecimiento prematuro, es un proceso lento que requiere constancia porque ofrece soluciones holísticas para la salud y el bienestar que redundan en una mejora del aspecto externo.

Desde Afepadi somos conscientes de que estamos ante un mercado con claras posibilidades de crecimiento. De todas formas, y como venimos reivindicando desde hace años, además de responder a las demandas que marca el consumidor, es necesario que a nivel legislativo se introduzcan cambios, en especial en materia de “beauty claims” que actualmente no están recogías en el Reglamento 1924/2006 sobre declaraciones nutricionales y de propiedades saludables porque no responden a su definición. Con cambios normativos se eliminarían otras trabas y frenos que también pueden ralentizar la expansión de esta industria.