Irlanda ha sido el último país europeo que se ha pronunciado respecto a este asunto. La Autoridad de Seguridad Alimentaria irlandesa (FSAI) ha emitido un informe en el que recomienda unas cantidades máximas seguras para 21 de las 30 vitaminas y minerales disponibles en los complementos alimenticios en este país. Dicho informe ve la luz después de que este organismo haya observado un enorme crecimiento de la industria de los complementos alimenticios en este país que en diez años, de 2007 a 2017, ha crecido en más de un 300%. Este hecho ha llevado a la entidad a elaborar un documento, sobre todo para seguir garantizando la seguridad de los grupos de población más vulnerables (niños, personas mayores y embarazadas).
Con el informe que se ha publicado, el organismo irlandés también quiere trabajar con la industria local para establecer una guía de comercialización de complementos alimenticios seguros a base de vitaminas en Irlanda. También se pretende elaborar un documento de orientación, junto con representantes de la industria de los complementos alimenticios, para ayudar a comprender las implicaciones y las acciones que se deberían tomar en relación con sus productos.
Varios casos en el primer semestre de 2018
El caso irlandés no es el único en lo que va de año. En febrero de 2018, Los Países Bajos enviaron una notificación a la UE en la que se recogía la intención de formalizar los niveles máximos de seguridad de las vitaminas D, A y B6 permitidos en los complementos alimenticios.
Un mes antes, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR) proponía niveles máximos de seguridad para la vitamina B1, B2, D, C, E, zinc o manganeso, entre otras. En esta ocasión, varias voces criticaron los niveles aconsejados por la autoridad alemana por considerarlos bastante alejados de los que, en su momento, había recomendado la EFSA. Se acusó a este organismo alemán de ser extremadamente precavido porque, por ejemplo, en el caso de la vitamina D se proponía un máximo de 25 microgramos mientras que otros Estados miembros buscan establecer límites de 75 microgramos. Lo mismo sucedía con la vitamina B12 ya que, mientras la autoridad alemana proponía unos niveles máximos de 25 microgramos, otros países de la UE tienen límites existentes de 1000 microgramos.
Situación normativa europea
Si bien la legislación actual de la UE que determina los niveles máximos seguros de vitaminas y minerales en los complementos alimenticios proporciona una orientación general, aún no se han establecido niveles precisos. Desde 2002 se dispone de los elementos necesarios para fijar estas dosis de acuerdo con el informe que al respecto emitió la EFSA, pero la Comisión Europea sigue sin legislar. El resultado es que, ante tal inactividad normativa europea, muchos países miembros de la UE han implementado normas propias o desarrollado guías a nivel nacional para establecer niveles máximos seguros para algunas vitaminas y minerales en complementos alimenticios comercializados en sus jurisdicciones.
Desde Afepadi consideramos que es fundamental legislar en esta materia a nivel europeo y lograr una armonización si se tiene en cuenta que la cifra de consumidores potenciales de complementos alimenticios va en aumento y los perfiles son cada vez más diversos. Es básico que la ley les proteja permitiéndoles acceder a productos eficaces y, sobre todo, seguros.