A petición de la Comisión Europea, la Comisión Técnica de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA Panel) de la EFSA ha establecido los VDR para el potasio en base a su relación con la presión arterial e infarto.
El Panel de la EFSA considera que diversos estudios llevados a cabo en una población adulta europea han proporcionado evidencia científica suficiente para determinar que una ingesta de potasio de 3.500 mg (90 mmol)/día tiene efectos beneficiosos sobre la presión arterial en adultos. Por otro lado, se apunta que, en estos estudios, hay pruebas consistentes que una ingesta de potasio inferior 3.500 mg/día está asociada con un mayor riesgo de infarto.
Los datos disponibles no han podido utilizarse para determinar los requerimientos medios de potasio, pero sí como base para determinar una ingesta adecuada (IA):
- Para hombres y mujeres adultos se propone una IA de potasio de 3.500 mg/día.
- Para bebés de 7-11 meses se establece una IA de 750 mg (19 mmol)/día.
- Para niños de 1-3 años se propone una IA de 800 mg (20 mmol)/día.
- Para adolescentes de 15-17 años se propone 3.500 mg/día.
- Para embarazadas se propone la misma IA que para adultos dado que la tasa de almacenamiento de potasio en los tejidos fetales y maternos puede ser satisfecha por los cambios adaptativos que mantiene la homeostasis de potasio durante el embarazo.
- Para mujeres lactantes, la cantidad de potasio necesaria para compensar la pérdida a través de la leche materna se establece en 4.000 mg (102 mmol)/día.
El potasio es un mineral ampliamente distribuido en los alimentos, especialmente en las legumbres (alubia blanca, garbanzo, lenteja, soja), patata, verduras y hortalizas (espinaca, acelga, col de Bruselas), frutas desecadas, frutos secos, aguacate y plátano, algunas carnes (cerdo y ternera), pescado y marisco.
El potasio es imprescindible para mantener el equilibrio ácido-base del organismo, contribuye al mantenimiento hídrico del organismo, interviene en la transmisión de impulsos nerviosos y en la contracción del músculo liso, esquelético y cardíaco.1
La deficiencia de potasio conlleva un alto riesgo para la salud, pues puede comenzar con una sensación de pérdida de apetito, calambres musculares, confusión, estreñimiento y aumento de la excreción urinaria de calcio, que de mantenerse, contribuyen a que el corazón disminuya su capacidad para bombear correctamente.1
La EFSA ha evaluado positivamente las siguientes declaraciones de propiedades saludables confirmando que se han demostrado claros beneficios para la salud de la ingesta de potasio:
El potasio contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso.
El potasio contribuye al funcionamiento normal de los músculos.
El potasio contribuye al mantenimiento de la tensión arterial normal.
La Fundación Española de la Nutrición, en 2012, en su “Valoración Nutricional de la Dieta Española de acuerdo al Panel de Consumo Alimentario”, concluyó que la ingesta de potasio aún no llegaba a los objetivos nutricionales marcados para la población española.2 De ahí que sea necesario seguir obteniendo datos de estudios específicamente diseñados para evaluar las necesidades de potasio en hombres, adultos mayores, niños, embarazadas y lactantes; además de seguir realizando estudios para determinar la relación entre la ingesta de potasio y la salud. En este contexto, y con el respaldo de las Autoridades Europeas, es importante afianzar el papel de los complementos alimenticios en los protocolos de salud en casos de insuficiencia o deficiencia.
1. Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD). Ingestas Dietéticas de Referencia (IDR) para la población española. Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA). 2010. Navarra.
2. Fundación Española de la Nutrición (FEN). Valoración Nutricional de la Dieta Española de acuerdo al Panel de Consumo Alimentario. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. 2012.