Lunes, 29 Octubre 2018 15:22

Los complementos alimenticios sí que pueden reducir el gasto sanitario

Complementos alimenticios

El crecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida están poniendo a los sistemas de salud de todo a el mundo en jaque. Los costes de atención médica se disparan y nunca han sido tan altos como ahora. Nuevos estudios confirman el importante papel de los complementos alimenticios a la hora de ayudar a prevenir determinadas enfermedades y, sobre todo, a reducir y controlar el creciente gasto sanitario.

Con más personas que atender y durante más tiempo, administrar los costes de atención médica es una de las medidas a las que tienen que hacer frente, con carácter urgente, los gobiernos de todo el mundo. Las principales afecciones crónicas de salud asociadas con el envejecimiento (corazón, huesos y ojos) suponen una onerosa carga económica que prácticamente ningún presupuesto público puede hacer frente durante muchos más años. Diferentes investigaciones científicas han empezado a demostrar que ciertas afecciones se pueden prevenir en gran medida si ciertos nutrientes de la dieta se consumen en los niveles suficientes, de ahí que los complementos alimenticios cobren protagonismo en aquellos casos en los que, por determinadas circunstancias, la alimentación manifieste ciertas carencias.

El coste se dispara. Los complementos alimenticios pueden evitarlo

Un exhaustivo análisis de Food Supplements Europe, encargado a la consultora Frost & Sullivan, ha revelado el alto coste que implica atender médicamente a un individuo aquejado con un problema de salud cardiovascular en la Unión Europea.

Según este estudio, el coste total de la atención médica asciende a 34.637 euros, una cantidad que queda desglosada de la siguiente manera:

- La atención hospitalaria, es decir, la atención de pacientes que requiere ingreso hospitalario, representa el 32,9% del coste total.

- La atención post-hospitalaria como el equipamiento médico instalado en el domicilio del paciente, las visitas médicas al propio domicilio, etc. representa otro 32,9%.

- El coste de los medicamentos para controlar la enfermedad cardiovascular es de un 19,1% de la carga financiera.

- El resto corresponde a atención primaria (5,7%), atención ambulatoria (8,3%) y ambulancia y servicios de emergencia (1,1%).

Teniendo en cuenta que cada año en la UE, como en otras partes del mundo, hay millones de casos relacionados con enfermedades cardiovasculares que requieren atención médica, evitar algunos de ellos implicaría ahorrar importantes cantidades de dinero. Si los complementos alimenticios pueden desempeñar algún papel en el logro de este resultado, tal vez valga la pena examinar más detenidamente de qué manera pueden ayudar.

Complementos alimenticios con fitoesteroles

Food Supplements Europe ha sido también la entidad encargada de llevar a cabo un estudio en el que se demuestra que el uso de complementos alimenticios con fitoesteroles puede reducir potencialmente los costes hospitalarios atribuidos a una enfermedad cardiovascular.

En la investigación se demostró que el consumo de 1,7 grs./día de complementos alimenticios a base de fitoesteroles podía reducir los niveles de colesterol LDL -colesterol malo- en 0,372 mmol/L en adultos de 55 años o más diagnosticados de hipercolesterolemia grave . Esta cifra supone una reducción del 2,3% del riesgo de sufrir un problema cardiovascular, si se tiene en cuenta que, en la UE, el riesgo de padecer un trastorno cardiovascular con atención médica es del 24,3% entre adultos mayores de 55 años diagnosticados de hipercolesterolemia grave en la UE.

De los resultados, se desprenden además interesantes conclusiones a nivel económico:

- Costes totales anuales que pueden evitarse por enfermedades cardiovasculares con el consumo de complementos alimenticios con fitoesteroles: 5,30 mil millones de euros.

- Costes netos anuales que pueden evitarse por enfermedades cardiovasculares: 4,09 mil millones de euros.

- Coste neto anual por persona que puede evitarse: 170,66 euros por persona en riesgo.

Complementos alimenticios. Nuevas investigaciones

Los sistemas de salud en todo el mundo difieren en cómo se organizan y financian, pero todos ellos comparten algo en común: intentan hacer frente económicamente a las demandas de los pacientes del siglo XXI que cada vez son mayores e implican mayores costes. Para enfrentar este desafío, es fundamental buscar soluciones y, hoy en día, no hay duda de que el papel de los complementos alimenticios merece tenerse muy en cuenta.

Si, hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre complementos alimenticios se habían centrado principalmente en establecer su seguridad y eficacia, en los últimos años, empiezan a aparecer estudios que se centran también en demostrar sus potenciales beneficios económicos en la reducción del gasto sanitario. En un momento en el que los presupuestos sanitarios empiezan a ser el principal caballo de batalla de los gobiernos, no sorprende que la atención se haya centrado en el impacto económico positivo que puede aportar la suplementación.

Los hallazgos de los recientes estudios demuestran que el consumo de suplementos alimenticios de manera regular entre los grupos de población de riesgo, en aquellos casos en los que haya un déficit a través de la dieta, puede contribuir a mejorar los niveles de salud entre las personas mayores y a reducir la necesidad de tratamiento médico con la consecuente reducción del gasto en los sistemas sanitarios de los países. Sin embargo, no hay duda de que también es necesaria mayor investigación en esta área, tanto para reforzar los hallazgos existentes como para saber si estos resultados pueden replicarse en otras partes del mundo.

Desde Afepadi consideramos que los complementos alimenticios ofrecen, sin duda, un medio seguro, efectivo y rentable que ayuda a aportar beneficios sobre la salud a los ciudadanos de todos las naciones y estados. Por tanto, el potencial de los complementos alimenticios a la hora de reducir el coste sanitario a través de la prevención de ciertas enfermedades es un tema que no debe obviarse y que las autoridades de todos los países deben tener muy en cuenta mediante políticas de prevención que contemplen su consumo.

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