Martes, 21 Febrero 2017 10:32

Probióticos: fuera de la agenda de la CE

Si la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) persiste en considerar a los probióticos como medicamentos nunca será posible disponer de una declaración de propiedad saludable para esta categoría de productos. Sólo en los últimos 10 años se han publicado más de 6.000 artículos sobre probióticos en publicaciones científicas. A pesar de toda la evidencia científica acumulada, parece imposible cumplir con los criterios de evaluación propuestos por la EFSA.

Los probióticos son microorganismos vivos por lo que su evaluación, según los criterios establecidos por la EFSA, es mucho más compleja que en el caso de vitaminas y minerales. Las exigencias de la EFSA en cuanto a los datos para apoyar las declaraciones de propiedades saludables en el etiquetado de los productos probióticos son, por desproporcionadas, difíciles de aportar. Los estudios  que han demostrado evidencia científica sólo pueden ser atribuidos a las cepas analizadas en cada tipo de población estudiada y no se pueden generalizar a todas las poblaciones y estados fisiológicos.

En definitiva, la evaluación de los beneficios de los probióticos está sujeta a unos términos de referencia no adecuados establecidos previamente por la CE. Pero este hecho no implica que los probióticos no puedan jugar un papel fundamental en el mantenimiento de la salud como demuestra la bibliografía sobre el tema.

El Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias (NDA) perteneciente a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha publicado hasta la fecha ningún dictamen científico positivo sobre los más de 300 dossieres presentados de productos probióticos. Para presentar una solicitud de declaración de propiedad saludable se requieren muchos recursos sin la certeza de obtener un resultado positivo. Esta situación frena la inversión en investigación por parte de la industria.

Según el reglamento de la UE sobre las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables (1924/2006/CE), el propio término probiótico es considerado como una declaración de propiedad saludable no autorizada. La Comisión Europea considera que el término “probiótico” implica que el producto proporciona un beneficio para la salud, lo que podría inducir a error a los consumidores, a menos que pueda justificarse.

No poder utilizar el término “probiótico”, bajo ciertas condiciones de uso, conllevaría una disminución del desarrollo e investigación de la industria europea en perjuicio del consumidor y del propio mercado europeo. Las autoridades nacionales y europeas han de respaldar el uso del término "probiótico" en beneficio de los consumidores, favoreciendo así a que tomen decisiones dietéticas bien fundadas a través de más y mejor información alimentaria.

Fuera del marco de la UE, contamos con un ejemplo de cómo las agencias y autoridades de salud y seguridad alimentaria respaldan esta categoría de productos en beneficio del consumidor y del desarrollo del propio mercado. En Canadá se ha permitido la utilización de algunos claims informativos sobre salud intestinal e inmunitaria y se recomienda la consulta previa a la comercialización para las nuevas solicitudes de probióticos. Cuentan con requisitos específicos para la seguridad, la calidad (estabilidad) y el etiquetado de dichos productos alimenticios; y el tipo de claim vendrá determinado por la evidencia científica. Además los consumidores tienen a su disposición una guía, Canadian Clinical Guide for Consumers, que contiene una lista de probióticos vendidos en Canadá y datos disponibles sobre cada uno.

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