El sistema de semáforo nutricional tiene como objetivo ofrecer información clara y sencilla para que el consumidor pueda tomar decisiones nutricionales bien informadas. Es importante que los consumidores puedan acceder de manera sencilla, rápida y transparente a la composición nutricional de los alimentos y escoger qué alimentos son los más adecuados en función de sus necesidades.
A finales del año pasado, la Comisión Europea volvió a recibir varias peticiones de revisar el sistema de semáforo nutricional en el etiquetado aplicado por el Reino Unido. Varios estados miembro se oponen a este sistema por considerar que no ofrece una información correcta, induce a confusión y tiene consecuencias negativas sobre el mercado. La Comisión confirmó que revisaría y emitiría un informe de evaluación de acuerdo a los reglamentos relativos a la información del consumidor. En principio, el Brexit no tiene porqué afectar este proceso. La Comisión a final del 2017 valorará la experiencia sobre estos sistemas adicionales de información en el etiquetado y sus efectos en el mercado.
En España, las autoridades rechazan el sistema del Reino Unido de clasificación y codificación de alimentos por considerar que puede inducir a confusión al consumidor. Este sistema clasifica con color rojo, amarillo o verde a los alimentos, por ser más o menos saludables, en función de su contenido en grasa, azúcar o sal. Este sistema puede clasificar productos como el aceite de oliva bajo un color que no le corresponde por su contenido en grasas cuando es un alimento saludable con demostrada evidencia científica. Por este motivo, este sistema no es bien acogido: a muchos productos se les asigna el color rojo incluso si ese producto está destinado a ser consumido en pequeñas cantidades.
El Reino Unido se mantiene firme en considerar que este sistema voluntario de información es de utilidad para los consumidores y que ha sido desarrollado en linea al artículo 35 del Reglamento (UE) nº1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Este sistema de semáforo nutricional lanzado por la Food Standards Agency (FSA), aun aplicándose de forma voluntaria, lo incorporan más del 75% de los productos.
Holanda y países escandinavos (Suecia, Noruega, Dinamarca e Islandia) han aplicado un sistema propio de etiquetado para indicar las opciones más saludables. A su vez, Francia ha lanzado un ensayo masivo para testar 4 sistemas diferentes de “semáforo nutricional”, sobre el que tiene que emitir un informe de evaluación. El gobierno francés decidirá cuál se aplicará como el sistema oficial de etiquetado nutricional. La adopción de este sistema será totalmente voluntaria dado que la regulación EU prohíbe el etiquetado nutricional obligatorio a nivel nacional. Estos son los 4 sistemas que está evaluando el gobierno francés:
Nutri-Score
Este sistema distribuye a los productos en cinco categorías desarrolladas sobre la base de una puntuación sobre la calidad nutricional del producto en función de los principales nutrientes; en el envase aparecen siempre cinco colores, uno se destaca mediante un efecto “lupa”.
SENS
Este sistema de 4 colores aconseja al consumidor sobre la frecuencia de consumo del producto. Se construye a partir de una clasificación sobre la base nutricional del contenido del producto; cada producto incluye uno de los cuatro colores.
Nutri-Repère
Sistema basado en Aportes Dietéticos Recomendados y que elimina el código de colores.
Traffic Lights
Sistema, implementado en UK durante varios años, basado en una escala de tres colores que proporciona el porcentaje y el valor absoluto de energía, el azúcar, sal, grasa y grasas saturadas respecto a la Ingesta Dietética de Referencia.
Estamos ante un momento de evaluación y discusión acerca de la utilidad de cualquiera de estos sistemas de información voluntaria al consumidor. Desde Afepadi consideramos que no hay “alimentos buenos ni malos”, todo depende de su proporción dentro de la dieta, por lo que el uso de semáforos nutricionales es inadecuado. La información obligatoria hacia al consumidor y regulada por el Reglamento 1169/2011 se ha demostrado suficiente para que éste tome decisiones bien informadas respecto a su alimentación.