Tal y como afirman los expertos, los compuestos bioactivos se encuentran en las plantas y en determinados alimentos y tienen una actividad terapéutica, cumpliendo con determinadas funciones en el cuerpo para promover la buena salud. Ejemplos de ellos son el licopeno, el resveratrol, los taninos, etc, considerados fuentes potenciales de agentes terapéuticos fáciles de obtener. Sin embargo, más allá de los descubiertos hasta la fecha, todavía hay muchos más que quedan por investigar.
Los métodos convencionales para descubrir la actividad terapéutica de los compuestos han ido evolucionando en los últimos años, desde el análisis de la bioactividad de los componentes tras su aislamiento hasta el denominado ‘effect-directed analysis’ (EDA). Este último enfoque ha sido analizado por científicos de Rusia y Australia en un nuevo informe para desarrollar un método más rápido y rentable a la hora de detectar e identificar compuestos bioactivos en muestras complejas como el extracto de plantas. Concretamente, en este análisis se han combinado métodos analíticos biológicos y químicos para identificar qué compuestos presentes en una muestra natural son bioactivos. Por ello, una vez identificado el efecto biológico, se lleva a cabo un fraccionamiento químico - separación cromatográfica- para reducir la complejidad de la muestra a clases químicas y bioactivas, lo que conlleva la obtención de compuestos individuales que permite analizar de manera separada cada una de sus propiedades.
El crecimiento en el consumo de plantas vs. falta de regulación
El aumento de ventas de complementos alimenticios a base de plantas, tal y como informamos desde Afepadi hace unos meses, evidencia la importancia de seguir innovando en este terreno y así encontrar compuestos que ofrezcan nuevos y mejores beneficios para nuestra salud.
No obstante, en contraposición con los avances en materia de investigación e innovación, el terreno regulatorio parece estar estancado. Desde hace un tiempo el uso de plantas está regulado a nivel nacional por algunos países de la Unión Europea, sin embargo, las declaraciones están reguladas a nivel europeo por el Reglamento (CE) 1924/2006, quedando pendiente fijar las declaraciones saludables asociadas a plantas (claims ‘on-hold’). La Comisión Europea (CE) tiene establecido un total de 2.078 declaraciones de propiedades saludables relacionadas con sustancias vegetales que, en espera de una decisión final, pueden seguir utilizándose en el mercado de la UE bajo la responsabilidad de los operadores y siempre y cuando se respeten las normas nacionales que fijan los Estados Miembros en cada caso. La armonización de las declaraciones ‘on hold’ es un tema pendiente desde 2009 y muy esperado por los operadores de la industria de los complementos alimenticios y los productos dietéticos.