Un sistema de nutrivigilancia tiene como objetivo mejorar la seguridad de los consumidores mediante la identificación rápida de potenciales efectos adversos asociados con determinados productos alimenticios. Gracias a estas iniciativas, en el mercado podemos encontrar tanto complementos alimenticios como nuevos alimentos más seguros.
El consumo de complementos alimenticios ha ido en aumento en los últimos años. Junto a los complementos también ha experimentado un crecimiento el consumo de bebidas enriquecidas con sustancias con fines nutricionales y fisiológicos (vitaminas, minerales, aminoácidos, extractos de plantas, etc.) así como el uso de nuevos ingredientes (novel foods) y productos destinados a grupos de población específicos.
El cumplimiento de un cuerpo de normas alimentarias rigen la totalidad del proceso productivo de un complemento alimenticio. Son normas orientadas a velar por la seguridad del consumidor y a garantizarle productos eficaces y de calidad. Con el propósito de dar más garantías de seguridad al consumidor, algunos estados miembro de la Unión Europea han desarrollado e implementado sistemas de nutrivigilancia, como es el caso de Francia a través de ANSES (Agence nationale de sécurité sanitaire de l’alimentation, de l’environnement et du travail). Desde 2010, la ANSES se ha encargado de monitorizar, en condiciones reales de uso, los productos de consumo especial para reforzar así su seguridad.