A través del Reglamento (UE) 2020/2040, la Comisión Europea (CE) ha establecido límites para el contenido máximo de alcaloides pirrolizidínicos en determinados productos alimenticios, modificando así el Reglamento (CE) 1881/2006 por el que se fijó el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios. Entre otros, este nuevo Reglamento contempla un nivel máximo de 400 μg/kg de alcaloides de pirrolizidina en complementos a base de hierbas, así como un nivel máximo de 400 μg/kg en el caso de complementos a base de polen, polen y derivados del polen -desestimando así la propuesta inicial de incrementar los niveles a 500 μg/kg-. Estos nuevos valores entrarán en vigor a partir de julio de 2022, estableciendo así un periodo de transición para que las empresas puedan adaptar los productos que están en el mercado y puedan cumplir con el marco normativo establecido.
Ante esta realidad, Food Supplements Europe (FSE), asociación de la que Afepadi forma parte, promueve una serie de recomendaciones enfocadas hacia el sistema agrícola que garanticen la mínima presencia de alcaloides de pirrolizidina y que supongan una ventaja competitiva en el mercado europeo.
Aunque FSE considera que la responsabilidad a la hora de cumplir con los límites legales de los alcaloides de pirrolizidina recae en el operador que vende el producto, también existe una responsabilidad colectiva y compartida por todas las partes de la cadena de producción, quienes deben implementar medidas y procesos que garanticen los nuevos valores fijados.
El objetivo de estas nuevas medidas legislativas consiste en minimizar la presencia de estos contaminantes en la cadena alimentaria y mantener unos niveles tan bajos como sea posible. Es por ello por lo que FSE insta a los fabricantes de complementos alimenticios a evitar el uso de plantas o partes de plantas que se sabe que contienen alcaloides de pirrolizidina. En caso de contenerlos, afirman que, “el proceso de producción debe validarse y controlarse adecuadamente para garantizar que el contenido residual de este contaminante esté por debajo de un límite especificado en el producto final”.
No obstante, a pesar de esta responsabilidad colectiva, el operador que vende el producto es el que deberá asegurarse que se cumple con la legislación vigente a través de medidas, incluidas las especificaciones de la materia prima, y controles durante los procesos de abastecimiento, producción y almacenamiento, tanto del producto como de sus ingredientes.
Información constante sobre los contaminantes
La Comisión Europea y la FSE participarán el próximo 17 de septiembre en un seminario web sobre los alcaloides de pirrolizidina ‘How to best ensure the lowest level during Food Production’, organizado por SME Connect, una plataforma online de comunicación para pymes a nivel europeo que permite intercambiar ideas, posiciones, información y conocimiento.
Esta jornada reunirá expertos políticos sobre industria agroalimentaria con el objetivo de informar y debatir el impacto de los alcaloides de pirrolizidina en la producción de alimentos y así ayudar a todos los actores de la cadena de suministro a trabajar en base a un nivel máximo y, al mismo tiempo, reducir la contaminación no intencionada.