Actualmente, los simbióticos (al igual que los probióticos y los prebióticos) no cuentan con una definición legal en la Unión Europea, lo que da lugar a varias interpretaciones y declaraciones de salud que pueden llevar a confusión al consumidor a través de una percepción errónea sobre sus beneficios.
Esta realidad propició que la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP) convocara un panel de expertos científicos formado por especialistas en microbiología, nutrición y fisiología gastrointestinal para abordar la situación actual de los simbióticos, incluida su definición. Las distintas interpretaciones de este término han sido el tema central de un artículo publicado en la revista médica ‘Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology’, en el cual los expertos presentan una explicación mucho más detallada y científica de lo que son los simbióticos.
Así, se definen los simbióticos como "una mezcla que comprende microorganismos vivos y sustrato(s) utilizado(s) selectivamente por los microorganismos del huésped que confiere un beneficio para la salud del mismo".
Además de proporcionar una definición clara y concisa, esta nueva definición pretende describir la evidencia científica que respalda los beneficios de los simbióticos para la salud, destacar su seguridad y eficacia y proporcionar una guía para futuras investigaciones e innovaciones, que actualmente se encontraban limitadas por esta amplia interpretación.
Distinción entre simbióticos complementarios y sinérgicos, esencial para los beneficios en nuestra salud
En el artículo, los expertos distinguen entre ‘simbióticos complementarios’ y ‘simbióticos sinérgicos’.
En los simbióticos complementarios, la acción del probiótico y el prebiótico se combinan para conseguir los beneficios para la salud que se buscan a través de su consumo, aunque también pueden funcionar por separado y de manera independiente. Por su parte, en los ‘simbióticos sinérgicos' el sustrato utilizado selectivamente va dirigido específicamente a los microorganismos que lo acompañan, por lo que el beneficio se consigue de manera conjunta.
No obstante, y aunque los prebióticos y los probióticos funcionen por separado, puede haber antagonismos cuando se combinan. Asimismo, la efectividad de los simbióticos depende de varios factores como la edad, el sexo y otras variables demográficas. Por ello, los expertos consideran que es necesario desarrollar estudios y ensayos experimentales ad hoc para observar los resultados de los simbióticos cuando se consumen de manera conjunta y se reconfirme que son beneficiosos para la salud.
Esta nueva declaración de consenso supone una guía para todas las partes implicadas en el estudio, comercialización y consumo de simbióticos: científicos, industria, consumidores e incluso medios de comunicación.