Uno de los grandes retos que las empresas tienen por delante es darle al consumidor lo que quiere en cada momento. Los consumidores exigen, cada vez más, productos hechos a medida y, debido a la creciente demanda, se está convirtiendo en una realidad y necesidad que hay que atender. De hecho, las empresas están empezando a descubrir que pueden asegurar durante más tiempo la fidelidad y el compromiso de sus clientes cuando se les proporciona soluciones personalizadas.
La industria de los complementos alimenticios y productos dietéticos tiene nuevas oportunidades de crecimiento y expansión a través de la nutrición especializada que, a grandes rasgos, se relaciona con ofrecer combinaciones seleccionadas de micronutrientes, mediante dosis individualizadas, de acuerdo con diversas necesidades. El nivel de personalización puede darse a varios niveles, desde el más básico a partir del género (masculino o femenino) o grupo de edad (adolescentes vs. mayores de 50 años, etc.) hasta el más complejo mediante productos que brinden un cóctel personalizado de micronutrientes basado en el genoma individual o en la microbiota intestinal. También se pueden ofrecer productos personalizados a partir de dietas específicas, niveles de actividad o biomarcadores.
La base de la nutrición especializada parte de que la respuesta fisiológica a los cambios en la dieta o la suplementación es muy variable entre los individuos y que, lo que es bueno para uno, no siempre es bueno para otro. Partiendo de este enfoque, el proceso de personalización se divide en tres pasos:
- Evaluación de los requisitos individuales de nutrientes mediante una tecnología determinada.
- Adaptación de los productos nutricionales a la necesidad identificada
- Comprobación de la eficacia del programa de personalización después de un cierto periodo de tiempo.
Sí, pero...
Pese a que la nutrición especializada abre una vía de crecimiento a la industria de los complementos alimenticios y productos dietéticos, todavía hay mucho camino que recorrer y nuevos retos que, desde Afepadi, consideramos que hay que poner sobre la mesa y dar solución si realmente se quiere apostar por la nutrición especializada.
Para empezar, a nivel normativo, la UE no está preparada para lo que implica la nutrición especializada si tenemos en cuenta que, a fecha de hoy, todavía ha sido incapaz, por ejemplo, de establecer unos niveles máximos para vitaminas y minerales a pesar de que la Directiva 2002/46 sobre complementos alimenticios recoge que es la Comisión Europea el organismo encargado de fijarlos. Han sido los Estados miembros los que han tenido que establecer sus propios niveles o, en su defecto, tener en cuenta los dictámenes emitidos por la EFSA en esta materia.
Por otra parte, las tecnologías utilizadas como dispositivos portátiles y aplicaciones deben validarse y regularse para garantizar que la adquisición y transferencia de datos a las recomendaciones nutricionales sean sólidas. Aunque sí que existen aplicaciones médicas y autopruebas que están consideradas como medical devices -dispositivos médicos-, todavía hay aplicaciones en el mercado que no están certificadas como tal y, por tanto, su calidad queda en entredicho.
La nutrición personalizada abre, sin duda, una puerta interesante para el sector. Sin embargo, también es cierto que un avance significativo a corto o medio plazo en este terreno puede verse ralentizado si no se solucionan los temas comentados anteriormente. Aunque el principal objetivo de la nutrición especializada es un beneficio percibido y sostenido para los consumidores, no puede ir en detrimento nunca de su seguridad y protección. Además, es fundamental que un individuo pueda tomar decisiones bien informadas.
