Food Supplements Europe ha estado publicando durante 2017 diferentes estudios, encargados a la consultora Frost & Sullivan, en los que se demuestra que la ingesta de determinados complementos alimenticios puede aligerar notablemente la factura sanitaria a nivel europeo y, extrapolando los datos, también la española. La finalidad de estos informes es incidir en la importancia de incorporar la suplementación dentro de las políticas de prevención de determinadas enfermedades que, año tras año, implican un gasto mayor.

Los problemas de visión, una carga económica elevada

La degeneración macular (DMAE) progresiva relacionada con la edad es una de las enfermedades más habituales entre la población europea adulta de 50 años o más. Se calcula que, en toda la Unión Europea, 17,1 millones de personas viven con este problema y 2,5 millones de casos se encuentran en la fase más avanzada. La carga económica derivada de la atención hospitalaria de esta enfermedad se cifra actualmente 89.460 millones de euros al año.

Un estudio científico ha demostrado que consumir 10 mg. de luteína y 2 mg. de zeaxantina al día en personas diagnosticadas con degeneración macular, ayudaría a frenar su avance y, por tanto, a reducir el gasto sanitario asociado a la fase más avanzanda de la enfermedad. El ahorro neto podría  llegar a los 4.970 millones de euros anuales en toda Europa.

En España, la DMAE afecta a unas 700.000 personas en España - el 1,5 % de la población actual-  y es de las patologías asociadas a la ceguera que más crecerá en los próximos años, según datos de Barcelona Macula Foundation. Extrapolando las cifras anteriores a nuestro país, el ahorro sanitario anual sería de 311.000 euros, si la población en riesgo, mayor de 50 años, hiciera un consumo diario de estos complementos.

Las enfermedades cardiovasculares, un coste que sigue creciendo

Según datos de Food Supplements Europe, actualmente, un 24% de adultos europeos de 55 años está en riesgo de accidente cardiovascular con atención hospitalaria. Diferentes estudios avalados científicamente han demostrado que el Omega 3 y los fitoesteroles son sustancias que contribuyen a prevenir y reducir la posibilidad de problema cardiaco. Si este grupo de población en riesgo consumiera 1000 mg diarios de Omega 3, se podrían ahorrar 64.500 millones de euros en los próximos cinco años -12.900 millones al año-. Si en vez de Omega 3, se tomara una dosis diaria de 1,7 grs, de fitoesteroles, el ahorro rondaría los 26.500 millones de euros para el mismo periodo -5.300 millones por ejercicio-.

En España, un estudio del Centro de Estudios Económicos y Empresariales (Cebr) revela que el impacto económico de las enfermedades cardiovasculares con atención hospitalaria es realmente elevado. En 2014, el coste directo ascendió a 5.900 millones de euros y la previsión es que llegue al 49% en 2020 con una cifra que podría situarse en los 8.800 millones de euros y un gasto per cápita de 180 euros.

Analizando los datos a nivel europeo de Food Supplements Europe sobre la relación consumo de Omega 3 o fitoesteroles y ahorro sanitario y trasladando las cifras a territorio español, un consumo diario de 1000 mg. de Omega 3 entre la población de 55 ayudaría a reducir el gasto sanitario de las enfermedades cardiacas en 4.000 millones de euros en los próximos cinco años. En el caso de que se optara por un consumo de 1,7 grs./día de fitoesteroles, el ahorro alcanzaría la cifra de 1.700 millones de euros para el mismo periodo de tiempo.

Osteoporosis y fracturas óseas, un gasto que también aumenta

El progresivo envejecimiento de la población europea ha derivado en un aumento de los casos de osteoporosis que requieren atención sanitaria. Se calcula que un 17,6% de la población europea mayor de 55 años está aquejada por esta enfermedad que provoca 1,24 millones de fracturas óseas al año con un coste cifrado en los 26,4 billones de euros anuales.

El calcio y la vitamina D son dos micronutrientes que también han demostrado científicamente ser eficaces a la hora de frenar el avance de esta enfermedad y, por tanto, reducir el riesgo de fractura. Acorde con el informe de Food Supplements Europe, si la población adulta, a partir de los 55 años, hiciera un consumo regular de 1000 mg calcio más 15 mcg de vitamina D, el riesgo de osteoporosis se reduciría en un 15% y el ahorro sanitario sería de 19.800 millones de euros en los próximos cinco años – casi 4.000 millones por año-.

En nuestro país, la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (Fhoemo) ha hecho público un informe en el que se pone de manifiesto que la incidencia de la osteoporosis aumenta cada año. Alrededor de 3 millones de personas, mayores de 50 años, sufren esta enfermedad que, en 2015, costó al sistema de salud español 2.900 millones de euros.

Si analizamos una vez más los datos de la asociación europea y extrapolamos los datos a España, una ingesta regular de 1000 mg de calcio más 15 mcg de vitamina D entre la población adulta reduciría el coste sanitario asociado a la osteoporosis y las fracturas óseas en 1.200 millones de euros durante los siguientes cinco años.

Ante estos datos, es evidente el papel que pueden jugar los complementos alimenticios a la hora de reducir el coste sanitario. Desde Afepadi consideramos que es fundamental que se sigan realizando estudios científicos rigurosos que evidencien los beneficios que tienen los complementos alimenticios a la hora de ayudar a prevenir determinadas enfermedades. También creemos que es necesario que, desde el ámbito sanitario y de las Administraciones, los empiecen a incorporar dentro de las políticas de prevención para mejorar la calidad de vida de la población.